A un mes de cumplir los 101 años, John Bannister Goodenough, ha fallecido este 25 de junio, dejando como legado una de vida dedicada a la investigación hasta sus últimos días, enfocada principalmente a las baterías de iones de litio, por la que fue ganador del premio Nobel de Química de 2019 junto con los científicos Stanley Whittingham y Akira Yoshino.
Hoy en día, las baterías que incorporan los materiales de cátodo de Goodenough se utilizan en todo el mundo en millones de dispositivos como teléfonos móviles, herramientas eléctricas, ordenadores portátiles, tabletas y otros dispositivos inalámbricos, así como para vehículos eléctricos e híbridos, hasta cepillos de dientes y aspiradores.
Goodenough ha sido profesor de la Universidad de Texas en Austin durante más de 30 años en los que ha dirigido importantes equipos de investigación centrados en este campo.
Académico Extranjero de la Sección de Físicas y Químicas de la RAC desde 2002.
John Goodenough nació en Jena, Alemania, aunque sus padres eran estadounidenses. Después de estudiar matemáticas en la Universidad de Yale, sirvió en el Ejército de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial como meteorólogo. Más tarde, estudió en la Universidad de Chicago donde se doctoró en física en 1952.