Programas de divulgación

Programa 2017-18

Las aguas subterráneas y el derecho del ser humano al agua: un reto científico y social en el marco polifacético español e iberoamericano

Emilio Custodio Gimena

Doctor ingeniero industrial, profesor emérito de hidrología subterránea en la Universidad Politécnica de Cataluña, Barcelona. Académico Correspondiente Nacional de la Real Academia de Ciencias. Exdirector del Instituto Geológico y Minero de España. Cofundador y exdirector del Curso Internacional de Hidrología Subterránea. Expresidente de la Asociación Internacional de Hidrogeólogos. Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Tucumán, Argentina. Medalla Narcís Monturiol al mérito científico

Resumen

Todo ser humano tiene derecho a disponer del agua que necesita para su subsistencia y para una sanidad razonable, en cantidad, calidad, lugar y tiempo y de acuerdo con las costumbres de su entorno. Es un derecho externo a la persona. Si se dispone del agua, el derecho no es de exclusividad sino de compartir con los otros seres humanos próximos y con la sociedad. Si no se dispone del agua, el derecho es a que se le dé acceso y esto conlleva obligaciones, entre ellas la de contribuir al esfuerzo y coste de puesta a disposición y de su devolución al medio ambiente en condiciones apropiadas.

El marco general lo proporciona el hecho de que el agua es un recurso vital para el ser humano, pero además es también una parte esencial del ambiente, en el que se producen servicios ecológicos que también son esenciales para la el ser humano. Existe pues una competencia al mismo tiempo que una complementariedad entre uso del agua y ambiente, a la que se suma el valor económico y social del agua.

Las aguas subterráneas, que representan el mayor recurso y reserva de los países, son la gran aportación tecnológica del siglo XX para la mejora del bienestar básico de la humanidad, pero tienen condicionantes de espacio y tiempo que hay que conocer específicamente y encuadrarlos en una sociedad civil que trasciende los tiempos de sensación y respuesta de la vida común y política, en un marco nuevo de gobernanza.

El análisis del pasado contiene las claves para entender el futuro. Lo que acaba condicionando la buena gobernanza de los recursos de agua y en concreto de las aguas subterráneas, además de sus relaciones con otros sectores, son los aspectos económicos y sociales y las consideraciones éticas y morales. Los diferentes aspectos del derecho humano al agua cobran su mayor relieve en áreas semiáridas y áridas, que es donde se requiere mejor gobernanza, en un marco legal y administrativo adecuado.

España, en sus realidades peninsulares e insulares, proporciona y dispone de un medio físico, de conocimiento tradicional, de administración y de aciertos y errores en lo que hace referencia a las aguas subterráneas en el que además de condicionar la realidad de sus variadas circunstancias, ofrece una amplia panoplia para ir desde el conocimiento científico hasta la plasmación de marcos sociales muy diversos. Estos han propiciado una gran evolución como país, pero la cambiante realidad exige una evolución que ahora requiere un valiente cambio de paradigma.

No sólo por semejanza cultural y administrativa, sino también física, Iberoamérica es otro marco de conocimiento del pasado y de aprendizaje, cuya consideración puede reportar avances en la compresión de lo que es el derecho humano al agua y su vinculación a las aguas subterráneas.