Programas de divulgación

Programa 2017-18

Cuando los dinosaurios comenzaron a volar

José Luis Sanz García

Catedrático de Paleontología de la Universidad Autónoma de Madrid. Académico Numerario de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Director técnico de los Museos Paleontológicos de Elche y Arnedo. Coordinador del Área 3 (Biología de Organismos y Sistemas) en la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva (1990-1992). Miembro de la Comisión de Recursos Naturales, Alimentación y Medio Ambiente de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (2003-2005). Adjunto de Paleontología en el área de Ciencias de la Tierra de la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva (2004-2006). Miembro del panel de expertos del "Año Internacional del Planeta Tierra" (2007-2009). Presidente del Consejo Científico Asesor del Institut Català de Paleontología (2007 en adelante). Autor o coautor de más de 200 artículos técnicos y de divulgación, y autor o coautor de trece libros sobre dinosaurios, aves primitivas o historia de la vida. Autor o coautor de ocho nuevos géneros de dinosaurios

Resumen

Las aves constituyen en la actualidad el grupo de vertebrados terrestre con un mayor número de especies (unas 10.000, aproximadamente el doble que los mamíferos). Esta gran diversidad se explica habitualmente por el gran éxito evolutivo que supuso la adquisición del vuelo, que apareció, como mínimo, hace unos 150 millones de años (Jurásico Superior). Los antecesores de las aves fueron pequeños dinosaurios terópodos (bípedos carnívoros) dotados de plumas y otros rasgos que siempre se han considerado avianos. El escenario evolutivo en el que apareció el vuelo sigue siendo muy debatido, con multitud de hipótesis alternativas y/o complementarias que sugieren hábitos diferentes en el ancestro de las aves (corredor, arborícola, depredador-saltador, trepador, etc.).

Hace unos 125 millones de años (Cretácico Inferior) las aves ya habían adquirido muchos de los rasgos del aparato volador de las formas actuales (neornitas). Estas características permitieron, en pocos millones de años, desarrollar un vuelo batido efectivo, con recursos adecuados para su control y diversos tipos en la geometría de las alas y su tamaño, que se corresponden con diversas opciones en la forma de vida de las aves contemporáneas.