Programas de divulgación

Programa 2017-18

Métodos para mitigar los efectos de la probable mayor escasez de agua en España debida al cambio climático

Manuel Ramón Llamas Madurga

Doctor Ingeniero de Caminos y Doctor en Ciencias Geológicas. Catedrático Emérito de Hidrogeología en la Universidad Complutense. Fue Presidente de la Asociación Internacional de Hidrogeólogos. Doctor Honoris Causa por varias universidades. Director del Observatorio del Agua de la Fundación Botin. Académico de Número de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales

Resumen

Gran número de expertos consideran que uno de los impactos importantes del cambio climático en España va a consistir en que los eventos extremos -inundaciones y sequías- van a ser más frecuentes y de mayor intensidad. Esta presentación se va a referir solamente al modo de mitigar los efectos negativos de la disminución de recursos hídricos.

El impacto socio-económico de la sequía depende del usuario del agua. En España, el principal uso consuntivo de agua azul es para la agricultura de regadío. Su repercusión económica relativa en el PIB español ha venido disminuyendo rápidamente en el último siglo. La contribución al PIB del regadío es inferior al 3 por ciento. En cambio, el turismo hoy día supera ampliamente el 15 por ciento. El consumo de agua azul del regadío es casi el 80 por ciento, mientras que el turismo apenas llega a un 2 por ciento.

Para el objetivo de esta presentación se distinguen sólo tres tipos de sequía:
A.- Sequía hidrológica, con duración de un año y que afecta esencialmente a los cultivos de secano y a la ganadería no estabulada. Esta sequía tiene muy poca importancia económica. La contribución al PIB de estas actividades es del orden del 1 por ciento. La solución principal de los problemas derivados de este tipo de sequía podría estar en los seguros agrarios, que en España funcionan muy bien.
B.- Sequia agrícola típica. Es la que dura tres o más años, Cuando existe un sistema de embalses superficiales y la sequía no dura más de tres años los regadíos suelen mantenerse bien. Cuando la sequía dura más de tres años, por lo general el sistema falla.
C.- Sequía prolongada, es aquélla en la que los sistemas de embalses superficiales son insuficientes para atender las necesidades de riego. En estas circunstancias los regadíos con aguas subterráneas pueden continuar produciendo.

Si se desea mitigar la probable reducción de recursos hídricos para la agricultura del regadío hay tres actividades que parece necesario mejorar:
1.- El conocimiento de las casi setecientas masas de agua subterránea que se han identificado con motivo de la realización de los planes hidrológicos.
2.- Impulsar la formación de comunidades de usuarios de aguas subterráneas. 3.- Conocer con mayor detalle lo que supone la importación y exportación de agua virtual en cada cuenca.