Programas de divulgación

Programa 2014-15

Génesis y equilibrio de la vegetación natural: una mirada a los grandes rasgos de nuestro paisaje botánico

Ana Crespo de Las Casas

Catedrática de Botánica de la Universidad Complutense de Madrid. Investigador Asociado del Field Museum de Chicago desde 2005. Medalla Acharius 2012. Medalla de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo. Ha trabajado en prestigiosos centros de Europa y América, y entre ellos fue investigador invitado en 1995 y 1996 en el International Mycological Institute (CABI) del Reino Unido. Desarrolla su investigación en biología organísmica, en estudios evolutivos, sistemática y ecología. Ha publicado más de 150 artículos, la mayoría en revistas internacionales. Es también experta en política y evaluación científica. Académica de Número de la Real Academia de Ciencias

Resumen

En los espacios agrestes, la vegetación –especialmente las plantas– definen en buena parte el paisaje que percibe un observador. La vegetación se hace característica y también elemento de definición y diagnóstico.

Cuando se habla de vegetación natural uno se suele referir a la vegetación que aparece en un territorio al margen de la acción humana. Dicho esto a grandes rasgos porque nuestros conocimientos actuales no permiten afirmar con contundencia que en cualquier paisaje que hoy se pueda observar, no haya tenido ninguna influencia la acción humana. Menos aún cuando con toda probabilidad tal acción ha influido en el actual cambio climático global.

Las razones por las que en un espacio se desarrolla una u otra vegetación son ecológicas y deben considerarse en un marco temporal. El sustrato y sobre todo el clima actúan conformando unos u otros tipos de vegetación en cada región del mundo. Las grandes formaciones vegetales o biomas como tundra, taiga, bosque templado, estepa, etc. son una consecuencia de los procesos adaptativos de las plantas (y los animales) en relación con la precipitación y condiciones generales de humedad y temperatura a lo largo del año y por largos períodos temporales. Las plantas condicionan fuertemente la fauna pero también la fauna modula muchos aspectos y características de la vegetación.

Una misma formación vegetal, o un mismo tipo de bioma, puede presentarse en diferentes lugares del mundo y en cada lugar están constituidos por distintas plantas, distintas especies, que tienen sin embargo un rol análogo en el equilibrio ecológico territorial. El que haya unas u otras especies es una consecuencia de la historia (paleohistoria incluso) de la vida sobre el planeta.

La península Ibérica por situación latitudinal, por su compleja geografía y por los avatares climáticos que ha sufrido, tiene una variedad grande de ambientes que albergan y condicionan muy diferentes formaciones vegetales y por tanto paisajes claramente distintos. La vegetación natural (lo que algunos consideran vegetación potencial), que a veces resulta difícil de definir debido a la acción humana en la historia, contiene además una gran biodiversidad de plantas y hongos; en muchos casos especies exclusivas de nuestros entornos. En todo caso esa biodiversidad es patrimonio exclusivo del solar ibérico y además de caracterizar el paisaje proporcionando ciertas señas de identidad, ha condicionado nuestra historia.

En la charla se describirán los conceptos básicos a que se está haciendo alusión y se presentará una aproximación descriptiva de las principales formaciones naturales del paisaje de la península y de su biodiversidad de plantas y hongos (en casos peculiares). Se discutirán algunos impactos producidos por la acción humana y se hará un balance del valor biológico de algunas especies desde la óptica de la conservación.